En un sector que se enfrenta al rápido descenso de los ingresos publicitarios, las principales editoriales, como The Economist, han pasado a centrarse en las suscripciones para impulsar el crecimiento. La editorial utiliza una combinación de tácticas de marketing tradicionales y digitales para captar nuevos suscriptores, pero tenía problemas para comprender el verdadero impacto de su creciente gasto en marketing en medio de un número cada vez mayor de puntos de contacto con el consumidor.
Los modelos simplistas de atribución al último clic eran fáciles de utilizar, pero ofrecían una visibilidad limitada de la eficacia de las inversiones en el embudo superior, como la televisión y la publicidad gráfica, o de cuándo programar las actividades de marketing para optimizar el rendimiento. Cuando el editor quiso ampliar su base de suscriptores en Estados Unidos y Reino Unido, recurrió a Nielsen para comprender mejor cuáles de sus tácticas estaban funcionando bien y cómo asignar mejor su creciente presupuesto de marketing para maximizar las suscripciones en el futuro.
