Las mujeres hispanas de EE.UU., también conocidas como latinas, se han convertido rápida y recientemente en destacadas contribuyentes al bienestar educativo, económico y cultural no sólo de su propia etnia, sino también de la sociedad estadounidense y del mercado de consumo. Este ascenso de las latinas está impulsado tanto por una fuerte demografía como por una saludable inclinación hacia el éxito en la corriente dominante de Estados Unidos.

Las mujeres hispanas son un motor clave del crecimiento de la población femenina estadounidense y se espera que lleguen a representar el 30% de la población femenina total en 2060, mientras que la población femenina blanca no hispana se reducirá al 43%. En 2060 no habrá ningún grupo étnico dominante. En su lugar, la población femenina (y total) comprenderá una pluralidad étnica diversa en la que las latinas desempeñarán un papel importante.