La edad lo es todo. Cuando se trata de hábitos televisivos, la edad del espectador tiene mucho que ver con el uso de plataformas lineales y digitales. A medida que el sector sigue evolucionando, los consumidores tienen infinitas opciones de medios entre las que elegir en el fragmentado panorama televisivo.
Según el informe de métricas comparables de Nielsen del primer trimestre de 2016, la televisión sigue siendo la opción preferida para la visualización general, y es la plataforma más consumida entre los adultos de todas las edades. La televisión sigue desempeñando un papel en la configuración de nuestras experiencias de los acontecimientos históricos en directo, ya que los consumidores siguen viendo la televisión mientras ven cómo se desarrolla la historia. De hecho, el visionado de TV en directo+DVR/en diferido representa el 47% de la audiencia media total entre los adultos mayores de 18 años. Los millennials de 18 a 34 años utilizan dispositivos conectados a la televisión más de seis horas a la semana, mientras que los adultos de 18 a 49 años pasan más de 14 horas a la semana con sus smartphones.
La diversidad de públicos también influye en el uso. Los hispanos son los oyentes de radio más ávidos y los que más tiempo dedican a sus teléfonos inteligentes (14 horas y 25 minutos a la semana), mientras que los asiático-americanos son los que más utilizan dispositivos conectados a la televisión (4 horas y 16 minutos a la semana). El público negro es el que más ve la televisión, con 50 horas y 54 minutos a la semana.
"Las personas de 18 a 34 años pasan tanto tiempo con el PC, los dispositivos móviles y los dispositivos conectados a la televisión como con la televisión y la radio", afirma Glenn Enoch, SVP de Audience Insights de Nielsen. "Este grupo de edad es el más propenso a consumir diferentes tipos de contenidos a través de una variedad de dispositivos".
En este dinámico universo mediático, es esencial comparar el comportamiento de los consumidores con el de los espectadores. Para que los proveedores de contenidos y los anunciantes puedan evaluar las oportunidades y los retos que plantea este paradigma de visionado, es imprescindible saber cuántas veces, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo interactúa el consumidor con los contenidos.