En 2009 se emitieron 26 minutos de anuncios publicitarios (excluidos los anuncios promocionales y los anuncios de servicio público), tres minutos más que en 2008. Hyundai sustituyó a General Motors como anunciante exclusivo de automóviles, y emitió 4 minutos y medio de anuncios, convirtiéndose en el principal anunciante. Le siguió Coca-Cola, con 4 minutos, y JC Penney, con 3½.

En el siguiente cuadro se enumeran los nuevos anunciantes de los Premios 2009 y el número de minutos que han emitido. Hyundai, el principal anunciante, emitió varios anuncios generales, así como tres anuncios de 30 segundos para su marca Genesis. Sprint Nextel promocionó sus servicios inalámbricos y de acceso a Internet. Bristol-Myers Squibb emitió un anuncio de Orencia, un medicamento contra la artritis reumatoide. National Amusements emitió un anuncio de la película Soloist, de DreamWorks Pictures, y Techtronic colocó un anuncio de las aspiradoras Hoover.

En 2008, las películas nominadas a Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Director gastaron más de 118,8 millones de dólares (todas las cifras citadas excluyen la publicidad en Internet y en exteriores) en publicidad en Estados Unidos. Aunque ni Brad ni Angelina ganaron en sus categorías nominadas, sus películas fueron las que más gastaron. El curioso caso de Benjamin Button, nominada en tres de las cuatro categorías, gastó 31 millones de dólares, más que ninguna otra película, mientras que Changeling, nominada en una sola categoría, ocupó el segundo lugar en gasto: 29,6 millones de dólares. Frozen River, nominada a la mejor actriz, fue la que menos gastó, menos de 400.000 dólares.

El gasto en las películas nominadas en las categorías de Mejor Película y Mejor Director fue de 64,3 millones de dólares (las mismas películas estaban nominadas en ambas categorías). En comparación, las películas en la categoría de Mejor Actor gastaron 57,3 millones de dólares en publicidad, mientras que las películas para Mejor Actriz gastaron 55,5.

Milk, ganadora en la categoría de Mejor Actor, gastó 11,3 millones de dólares en publicidad; más del doble que The Reader, la película que se llevó el Oscar a la Mejor Actriz.