En la temporada televisiva 2008-2009, la cantidad de televisión vista alcanzó un máximo histórico, ya que los estadounidenses pasaron una media de cuatro horas y 49 minutos al día frente al televisor, cuatro minutos más que el año pasado y un 20% más que hace 10 años. En un hogar medio se veían ocho horas y 21 minutos al día, también un máximo histórico.
La audiencia diaria en horario de máxima audiencia se mantuvo estable en comparación con hace un año, pero sigue estando en su nivel más alto desde 1991.
El aumento continuado del consumo de televisión puede atribuirse a varios factores, entre ellos el mayor número de televisores en los hogares; además, los estadounidenses tienen más canales y contenidos para elegir y utilizan sus DVR más que nunca.
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