Aunque el DVR se ha convertido en un elemento básico en el 50% de los hogares de EE.UU. y ha contribuido a cambiar la forma en que los consumidores ven vídeo, no es la única forma en que pueden verlo a su manera. Los hogares que no disponen de hardware adicional pueden disfrutar igualmente de la experiencia de ver la televisión en su propio tiempo y a su antojo gracias a la creciente accesibilidad del vídeo a la carta (VOD).

Según el informe Nielsen Cross-Platform Report del segundo trimestre de 2013, el vídeo a la carta con descodificador está presente en el 60% de los hogares estadounidenses, frente al 37% de 2008. Aunque la tecnología está disponible desde hace más de una década, no siempre tuvo demanda. Al principio, los consumidores encontraban la interfaz difícil de usar, y los distribuidores de programas recelaban de ofrecer contenidos cuando no se podía medir la audiencia y, por tanto, fuera de su ventana de monetización. Debido a estos problemas, las opciones de vídeo a la carta para el consumidor se limitaban a menudo a programas antiguos o temporadas pasadas.

En el último año, sin embargo, las cadenas han redoblado sus esfuerzos para ofrecer contenidos más recientes, incluidos los emitidos recientemente y varios episodios de la temporada en curso. Además, el acceso al vídeo a la carta es mucho más sencillo que antes.