Cuando pensamos en nuestras series de televisión favoritas, a menudo pensamos en los personajes y los momentos clave que las hacen tan adictivas. Pero no hay duda del poder y la resonancia de los temas musicales que acompañan a los créditos iniciales. Además de crear ambiente, la canción principal de un programa puede añadirle una capa más que puede trascender a los propios programas. Algunos temas se convierten en sinónimos de los propios programas, y otros ayudan a establecer y definir la carrera de los músicos que los interpretan.
Algunos créditos de apertura incluyen obras ya existentes, como el tema "Sharp Dressed Man" de ZZ Top para Duck Dynasty de A&E, mientras que otros se crean específicamente para un programa, como "You've Got Time" de Regina Spektor para Orange Is The New Black de Netflix.
Algunas canciones tienen vida propia y se nos quedan grabadas en la cabeza independientemente del género o la letra. El "Main Title" de Juego de Tronos, de la HBO, es un buen ejemplo de pieza instrumental pegadiza que la mayoría de los espectadores probablemente no escucharían de otro modo. Otros programas, sin embargo, aprovechan el poder de géneros y estilos más accesibles, como "Secret" de The Pierces para Pretty Little Liars de ABC Family y "Words I Never Said" de Lupe Fiasco para Teen Wolf de MTV. Independientemente de lo antigua o nueva que sea una canción -o incluso del género al que pertenezca-, las canciones temáticas resuenan en los oyentes mucho más allá de sus experiencias televisivas, y sus ventas digitales lo demuestran.