A los estadounidenses no les faltan opciones en todos los aspectos de su vida. La proliferación de dispositivos para consumir contenidos ha facilitado más opciones de las que la mayoría puede contar. Pero el "problema" de tener demasiadas opciones -incluida una creciente extensión de los contenidos- no parece estar afectando a nuestras preferencias televisivas.
Según el próximo Informe sobre Publicidad y Audiencias de Nielsen, el hogar medio estadounidense recibe ahora 189 canales de televisión, un récord y un salto significativo desde 2008, cuando el hogar medio recibía 129 canales. Sin embargo, a pesar de este aumento, los consumidores sólo sintonizan una media de 17 canales.
Estos datos son significativos porque corroboran la idea de que más contenido no equivale necesariamente a más consumo del canal. Y eso significa que la calidad es imprescindible, tanto para los creadores de contenidos como para los anunciantes. Así que la mejor manera de llegar a los consumidores en un mundo con innumerables opciones es ser la mejor opción.