En los últimos años, la televisión ha experimentado una transformación significativa, impulsada por la evolución de la forma en que la gente ve los contenidos y lleva su vida. Los cambios demográficos y de comportamiento de la audiencia han dado lugar a un panorama mediático más fragmentado y han generado más programación que refleja la evolución demográfica de un país cada vez más multicultural. La Generación Z (definida como las personas nacidas entre 1997 y 2016) es actualmente la generación más numerosa de Estados Unidos, con un 27% de la población general, y es la cohorte más diversa después de los Millennials.
La generación Z es la más numerosa de Estados Unidos, con un 27% de la población general, y la segunda más diversa.
Una demostración del impacto del cambio del espectador han sido los éxitos demostrables de los programas de televisión con elencos multiculturales. Un reciente análisis de los principales programas y sus audiencias puso de relieve el impacto transcultural de la diversidad en la pantalla.
Más allá de la audiencia, la apreciación intercultural de los diversos miembros del reparto y los contenidos puede verse en la afinidad de sus bases de fans. La solución N-Score de Nielsen evalúa la notoriedad, simpatía e influencia de los famosos, lo que se traduce en lo que ven los "fans". Si observamos los datos de N-Score sobre los fans de varios de los protagonistas de estos programas, vemos el amplio atractivo del talento multicultural entre las audiencias por género, edad y etnia.
A medida que los creadores, distribuidores y comercializadores de contenidos navegan por el cambiante panorama del consumo, no cabe duda de que comprender el atractivo masivo de contenidos diversos será fundamental para conectar con espectadores de todas las culturas.