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Los seguros basados en el uso ganan adeptos, sobre todo entre los millennials

Lectura de 2 minutos | Marzo de 2016

La idea de pagar por un producto a medida que se usa no es nueva, pero sí lo es para determinados sectores. Los editores, por ejemplo, llevan décadas vendiendo periódicos y revistas mediante suscripciones, pero el modelo también se está haciendo más familiar en otros sectores, como los contenidos de vídeo por Internet, el uso de oficinas e incluso la moda. Y con los avances tecnológicos, los seguros basados en el uso (UBI) también están ganando adeptos, sobre todo entre los conductores más jóvenes.

La aceptación de los clientes es un gran obstáculo para las aseguradoras de UBI, sobre todo por la preocupación que suscitan la privacidad, las averías del coche y la exactitud de los informes de conducción. Estas preocupaciones se derivan del hecho de que UBI requiere tecnología telemática a bordo que transmita información sobre los hábitos de conducción del vehículo a la aseguradora. Aun así, dado el rápido crecimiento de la tecnología conectada, la participación de los hogares estadounidenses en las pólizas UBI va en aumento, pasando del 13% en 2013 al 20% en 2015.

Como ocurre con muchos avances tecnológicos modernos, los millennials (nacidos entre 1977 y 1995) han sido más rápidos en adoptar el UBI que sus homólogos de más edad. De hecho, la encuesta Insurance Track 2015 de Nielsen reveló que los millennials son un 44% más propensos que el consumidor medio a utilizar un dispositivo de su compañía de seguros para realizar un seguimiento del comportamiento al volante a cambio de descuentos. Es más, los millennials de clase alta -aquelloscuyos ingresos superan los 75.000 dólares- son un 79% más propensos a utilizar estos programas.

¿Qué gana el consumidor? Las pólizas reflejan mejor el verdadero comportamiento al volante, lo que supone un ahorro potencial. En particular, los consumidores que participan reciben un descuento acumulativo en la renovación, que normalmente oscila entre el 5% y el 30% de su prima. Además, los conductores pueden hacer un seguimiento de su descuento en línea o a través de una aplicación móvil.

Los transportistas suelen calcular el descuento en función de:

  • Kilometraje recorrido
  • Actividad de frenado
  • Velocidad de conducción
  • Hora del día en que se conduce

Al recopilar esta información, las aseguradoras pueden analizar datos en tiempo real en comparación con los modelos predictivos de riesgo de los actuarios, basados en una serie de estadísticas. Esto permite a las empresas desarrollar nuevos productos y aumenta la precisión en la tarificación de las primas de automóviles.

En 2020, el 90% de los coches nuevos dispondrán de tecnología telemática a bordo. Esto aliviará claramente muchos de los problemas de costes de fabricación que han sido un obstáculo para la rentabilidad de muchos operadores hasta la fecha. Las nuevas asociaciones con proveedores de telecomunicaciones también harán avanzar la telemática para incluir funciones adicionales, como la geolocalización, el diagnóstico de vehículos, la asistencia en carretera y el control parental para los conductores jóvenes, todo lo cual puede ayudar a las aseguradoras a fijar el precio de sus pólizas con mayor precisión, así como de forma más rentable.

Para más información, descargue el informe sobre seguros basados en el uso y telemática.

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