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Habla: el sector de los medios de comunicación te escucha

Lectura de 5 minutos | Megan Clarken, directora comercial de Nielsen Global Media | Septiembre de 2019

Los medios de comunicación son una herramienta poderosa que da forma a nuestro mundo. Pueden utilizarse para ayudar a la gente, sensibilizándola, entreteniéndola o educándola, suscitando debates y rompiendo estereotipos. Pero también pueden utilizarse de forma perjudicial, ya sea creando confusión con información falsa, reforzando los estereotipos o simplemente excluyendo a grupos incluso de aparecer en la propia pantalla.

Es responsabilidad de quienes trabajamos en este sector utilizar las plataformas de que disponemos para crear los contenidos más potentes. No es sólo lo correcto, sino también lo inteligente. Nuestros datos muestran que las mujeres estadounidenses mayores de 18 años pasan casi 73 horas a la semana consumiendo medios de comunicación, cinco horas más que los hombres. Por eso no es de extrañar que el informe See Jane 100 de 2017 del Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios de Comunicación revelara que las películas familiares dirigidas por mujeres recaudaron de media un 38,1 % más que las dirigidas por hombres, un patrón que se ha mantenido constante durante cuatro años. 

Los medios de comunicación han sido durante mucho tiempo un medio de marketing de masas. Y la industria se ha centrado históricamente en llegar al segmento más amplio de la población, con programas y publicidad que encasillan a la gente y juegan con las normas de género.

Pero todo eso está cambiando. Los nuevos dispositivos y plataformas digitales han fragmentado las audiencias y, a su vez, han dado poder a las personas a través de sus elecciones y sus voces. Al expresarse y hacer oír su voz, están impulsando un cambio cultural sin precedentes. 

Las redes sociales han servido de plataforma al movimiento #MeToo, que denuncia los abusos sexuales y la discriminación en el mundo del espectáculo. Al mismo tiempo, la preocupación por la privacidad en estas plataformas ha arrojado una dura luz sobre las prácticas publicitarias en un entorno de consumo cada vez más selectivo y contextual. Y las denuncias de las llamadas noticias falsas han creado desconfianza incluso entre instituciones venerables. 

Aunque muchos se fijan en estos retos, yo creo que han tenido un valor incalculable para la evolución de los medios de comunicación. La diversidad de voces que hay detrás de estos cambios culturales está obligando al sector a analizar detenidamente a quién escuchamos y con quién nos comunicamos. Como consumidores, las personas que están detrás de estas voces diversas representan una valiosa oportunidad para las empresas que entienden sus deseos y necesidades. Y las nuevas herramientas, como la publicidad dirigida, están facilitando que las marcas y los anunciantes les presten un mejor servicio a través de contenidos personalizados. 

Muchos se esfuerzan por abordar los retos a los que se enfrentan hoy los medios de comunicación. El movimiento TimesUp está respondiendo con fuerza a los problemas de discriminación y abusos sexuales que se están produciendo en nuestra industria. Las cadenas de televisión, los estudios y las personas se responsabilizan a sí mismas y a todos los demás de sus actos personales. Las empresas de medios de comunicación social están admitiendo las deficiencias del pasado y tomando medidas audaces para mejorar sus prácticas. Y las organizaciones de noticias están haciendo uno de los mejores trabajos de su historia a la hora de informar y destapar escándalos y prejuicios. 

Estas acciones requieren valor. El valor tiene muchas formas y es diferente para cada persona. Pero todos tenemos valor, y tenemos que iluminarlo. Cada vez que un medio de comunicación salta a las trincheras e informa de los hechos, tiene valor. Cada vez que apoyamos una causa para señalar con el dedo lo que creemos que está mal en esta sociedad, tenemos valor. Y cada vez que pedimos cuentas a alguien que cuestiona la veracidad de lo que hacemos, tenemos valor. 

Gracias a la valentía de los profesionales del sector, los medios de comunicación nunca han sido tan poderosos como ahora. Nunca antes habíamos sido tan tolerantes, aceptados y conectados como ahora. Nunca antes habíamos tenido tanta profundidad de contenidos creativos. Nunca antes habíamos tenido tal amplitud de canales para ofrecer estos contenidos. Y nunca antes habíamos tenido la sofisticación y la amplitud de las mediciones para comprender los efectos de estos cambios.

Para ello, hemos colaborado recientemente con el Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios de Comunicación para proporcionar gratuitamente datos de audiencia de televisión en Estados Unidos para su próximo informe "See Jane" de 2018. Este informe anual examina la representación de género y raza en las películas familiares más taquilleras para comprender las brechas, así como el progreso. El apoyo a este informe es solo un ejemplo de cómo Nielsen está alzando la voz para ayudar a ampliar la inclusión en los medios de comunicación.

Y la buena noticia es que, por primera vez desde que el Instituto analiza las representaciones femeninas, hemos alcanzado la paridad en términos de tiempo en pantalla y tiempo de palabra y cerca de la paridad en el porcentaje de representaciones femeninas para los 50 mejores programas de televisión de 2018 para edades comprendidas entre los 2 y los 13 años.

Estos avances se han conseguido gracias a las mujeres (y hombres) que se han levantado y han cuestionado por qué las mujeres no están representadas en pie de igualdad en los medios de comunicación. Pero aún queda trabajo por hacer. 

Según el informe Global Gender Gap del Foro Económico Mundial, las mujeres ganan actualmente, de media, el 68% de lo que ganan los hombres. Además, las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las responsabilidades domésticas. Y en los medios de comunicación, los personajes masculinos siguen superando a los femeninos en una proporción de dos a uno en cuanto a protagonismo, tiempo en pantalla y tiempo de palabra, según el Instituto Geena Davis.

Para ello, todos necesitamos el valor de encontrar nuestra voz. En mi función de Directora Comercial de Nielsen Global Media, siempre estoy haciendo preguntas sobre las diferencias de género en mis equipos y pidiendo una planificación progresiva. Y como yo hago la pregunta, ellos la hacen. Como resultado, he visto crecer la voz de las mujeres cuando la gente cuestiona lo que ha ocurrido y reclama oportunidades de inclusión. 

Si no se habla, no se escucha... así que habla, que el sector de los medios de comunicación tiene que escucharte.  

Este artículo se publicó originalmente en advertisingweek360.com.

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